jueves, 10 de noviembre de 2011

desde mi casa



Hola, otra vez yo.
Si, lo sé, estoy un poco pesada porque escribo todo el tiempo, pero como me gusta escribir, hay que aguantarme.
MARIA, por favor seguime los pasos, los buenos, se entiende, porque los malos son solo míos.
Escribí en un blog, es bueno.
Bueno saltando a otro tema, les cuento que tengo algunos albañiles en mi casa, va, están 
haciendo una mampara, 


o sea que están colocando vigas, perfiles y no sé que más. Ah me faltaban las chapas obvio. 
Si falta algo, no me acuerdo
¿Qué divertido el asunto?

Pero claro, primero tuvimos que pensar qué hacer con tanta plata, porque hay que gastar plata para llevar a cabo esa obra maestra de la ingeniería mundial, qué digo universal, espacial.

Después nos peleamos un poco por la cantidad de plata de la que iba a disponer cada uno, porque uno quería una cosa y el otro quería otra 


Entonces decidimos crear una cooperativa, pusimos la dichosa plata sobre la mesa los dos juntos al mismo tiempo, no sea que uno deposite la plata antes que el otro, entonces el otro pone menos dinero. ¡NO!

Con eso resuelto, el hombre salió a buscar presupuesto para hacer la construcción, va en realidad se puso con la computadora e internet y encontró todo lo que quiso


Pero después tuvo que encontrar a los albañiles, y eso es otro cantar

Sí, no crean que encontró uno de estos albañiles, ni por joda. 
Tuvimos, y dije tuvimos, porque yo también me incorporé a la búsqueda.
Rastrillamos el terreno de punta a punta y lo que encontramos fue esto

¿Qué? no piensen que van a encontrar, no sé a un artífice de la albañilería, a un capo de blanco para hacer el cemento, a un químico para colocar las proporciones de arena, agua y no sé que más y comprobar la reacción química que produce, a un físico para establecer las características de no sé que.
¡NO! esto es lo mejorcito que pudimos encontrar. 
Eso sí hay que seguirle los pasos uno por uno.

pero no hacer lo que dicen.


Ahora que estamos todos contentos, tratando de callar a los perros que no paran de ladrar, peleando con los hombres forzudos para que respeten la siesta que es sagrada aquí en Santo Tomé, Provincia de Santa Fe, República Argentina.
Y además de todo, para completarla, estamos llenos de tierra desde la cocina hasta los dientes, buscando en la casa un refugio donde no haya que limpiar, y entonces ahí nos van a encontrar todos apiñados, amontonados unos con otros, pero contentos porque tenemos albañiles en la casa.
Por favor, quien tenga algo más escabroso para contar de los albañiles, hágase partícipe del blog y comente por favor.  Así recibo un apoyo cibernético.
Y nos escribimos en la próxima.

1 comentario:

  1. Veinte veces escribí cosas distintas para tu comentario y la dichosa pagina no me deja publicarlo.....

    ResponderEliminar